El agua y su ciclo de recambio
El sistema natural de recambio del lago y cuerpos de agua asociados ya no existe: hoy tenemos un sistema intervenido. Históricamente, las lluvias levantaban el nivel del lago hasta 2,5 metros sobre el nivel del mar. El agua del canal rebasaba el taco de arena y escurría al mar con fuerza correntosa, quebrando el taco de arena y drenando el lago. Esto permitía limpiar el estero y mantener su profundidad. Una vez que empezó, a fines de los noventa, la apertura habitual artificial de la barra de arena (esto siempre ha sido ilegal) para controlar las subidas del estero e inundaciones de Llico, se facilitó el relleno de la ribera sur del estero y la construcción de viviendas en esa orilla y en el borde del lago, ganándole terreno al agua. Progresivamente este proceso repetido, ha producido un descenso en la cota de inundación de Llico. Esto ocurre actualmente cercano a +100 cm sobre el nivel del mar. En resumen, se ha perdido 1,5 m de capacidad de la hoya del lago y estero, lo que equivale a 19,5 millones de metros cúbicos de agua (superficie de lago y estero 1300 hectáreas). Este enorme cambio producido por la intervención humana ha cambiado la dinámica del recambio natural de agua. Actualmente, la apertura de la barra produce una salida de agua con menos fuerza de arrastre lo que ha provocado un embancamiento progresivo del estero disminuyendo su profundidad en el sector de la laguna de 7 metros a 1,5 metros. Junto a esto, producto del depósito de sedimento arrastrado por lluvias, el lago ha perdido 262 hectáreas de superficie de agua (16,8%) y 20 metros de profundidad (de 50 a 30 metros en el lago grande).
Con esta disminución del cuerpo de agua, la disminución progresiva en la pluviometría de toda la zona central, el agotamiento de las napas subterráneas y la alteración de su ciclo de recambio, la capacidad de amortiguar la entrada de agua salada desde el mar y la entrada de sedimento desde los esteros se ha visto gravemente disminuida. Este circuito acelera la eutroficación del lago y deteriora la calidad general del cuerpo de agua.
La cantidad de sal disuelta en el agua se mide con la conductividad eléctrica: a mas sal, mayor conductividad. Hemos observado un aumento progresivo en la salinidad del lago desde el 2008: conductividad de 1.000. En marzo del 2013 cercano a 3.000. A principios del 2014, cercano a 5.000. Luego de 6 meses de barra abierta, cercano a 9.000 en marzo del 2015. Luego de 3 meses con 30 cm bajo el nivel del mar, cercano a 10.000 (julio 2015). El mantener el lago bajo el nivel del mar con la barra cerrada y el mantener la barra abierta, permitiendo que el lago se equilibre con el mar, han producido este gran aumento en 10 veces en la salinidad del agua.
Para revertir esta tendencia, necesitamos aporte de agua dulce de lluvia y mantener una suave gradiente desde el lago hacia el mar para evitar la entrada masiva de agua salada. Solo manteniendo un balance favorable hacia agua dulce podremos volveremos, con el paso de los años, a salinidades habituales al sistema (<1.000).
Estado actual del agua y restricción sanitaria
La calidad de un cuerpo de dulce se mide por algunos indicadores aceptados internacionalmente. Los más importantes son:
cantidad de coliformes fecales
cantidad de clorofila A (refleja algas en suspensión)
alcalinidad total
nitrógeno (N) total
fósforo (P) total
sólidos suspendidos totales
turbiedad
conductividad eléctrica
oxígeno disuelto
demanda Bioquímica de oxígeno (DBO)
La apreciación visual del agua entrega una impresión general pero no es capaz de evaluar el detalle de la situación. Desde marzo hasta ahora el cambio en el agua ha sido favorable. Las lluvias ayudarán aún mas. Sin embargo, tenemos un largo camino por recorrer para acercarnos a la calidad de agua del 2008. Para tener buena información, hemos iniciado un sistema de monitoreo de calidad estandarizado y georreferenciado de aguas superficiales que nos permitirá evaluar tendencias y variaciones en el largo plazo, analizando las variable arriba descritas de manera protocolizada.
Además, hemos encargado al EULA (www.eula.cl), de la U. de Concepción, un estudio del ciclo anual del lago con perfilamiento de la columna de agua completa, los vegetales y los sedimentos. El análisis tomará en total un año. Esta información nos permitirá entender los cambios de los últimos 50 años y conocer el real estado actual del lago.
Las condiciones climáticas de los últimos años, el estrés medioambiental sobre el ecosistema del agua, el quiebre de ciclos naturales ancestrales por intervención humana y la falta de conciencia de sustentabilidad nos imponen un desafío como comunidad que requiere, sin duda, una actitud proactiva para la recuperación del medioambiente. Esperar que la naturaleza haga todo el trabajo de manera espontánea desconoce la gravedad de la situación.
La prohibición de deportes náuticos emanada de la Seremi de Salud se mantiene vigente. Esa autoridad se encuentra realizando monitoreos mensuales del agua. Aún tenemos algunas variables fuera del rango en algunos lugares del lago. Mientras esta situación no se revierta se mantendrá la restricción.
Los saludan atentamente,
Directorio de la Unión Comunal, lago Vichuquén
Enrique Waugh, presidente
Daniela Ruiz, vicepresidenta
Gustavo Parraguez, secretario
Andrés Hederra, secretario
Pedro Pablo Aspillaga, director
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